jueves, 23 de agosto de 2007

7 PRACTICAS EFECTIVAS DEL LIDERAZGO

PRACTICA ·# 7

TRABAJAR EN ESO Y CELEBRAR SUS VICTORIAS.

Para mantener su importancia, su sanidad y su efectividad, debemos de tomar un tiempo para retroceder y evaluar ¿Qué se esta haciendo? ¿Y como lo estamos haciendo?

El dedicar un tiempo para evaluar nos permite ver la efectividad de lo que se ha trabajado, y podemos medir los logros alcanzados, así como también detectar algo que este funcionando mal y poder corregir a tiempo.

Autoevaluar y ser auto crítico de lo que se ha hecho, veremos con claridad lo que en realidad esta correcto o incorrecto, resultados a medias, incompletos, afectarán el proyecto y esto lo hará enfermar perdiendo así su sanidad.

La mayoría de los líderes en la iglesia, trabajamos y damos lo mejor en el ministerio que Dios nos encomendó, pero no podremos saber si esta funcionando bien, si nó estamos trabajando paso a paso, y para esto necesitamos tener un tiempo para evaluar la efectividad del ministerio. No podemos manejar lo que no podemos medir.

Medir es el trabajo desarrollado.

HACER ESPACIO EN SU CALENDARIO.

El tener un margen creador correcto y efectivo debemos programar tiempos consistentes para retirarnos. Ser una parte integral del plan completo.

El margen no sucede accidentalmente, ni tampoco automáticamente, debe ser practicado.

Reunidos, tomamos acuerdos, se puede encontrar la sabiduría.

Cuando no hay historias positivas, nuestra misión significa que no fuimos efectivos.

Reunir al equipo cada semana para hablar del éxito y de las fallas que haya en cada área, hacer cambios, ver que fue lo que funcionó mejor, y evitar repetir lo que no funcionó.

CONFRONTAR LOS HECHOS

Es increíble como una evaluación honesta puede conducir a observaciones bastante desagradables.

El hecho de que cuando las personas están involucradas, hay siempre áreas que necesitan mejorar. Las actuaciones son más fáciles de mejorar que los sistemas..

En estos espacios todos pueden sugerir y tomar sugerencias.

Son momentos de diálogo intenso y debate, y a veces hay lágrimas.

No hay vacas o programas sagrados.

Todo está en debate y debe ser defendido por nuestras misiones y valores.

Cuando eres líder tienes más responsabilidades.

Cuando tienes un ministerio exitoso, más responsabilidades tienes porque cuando algo anda mal o sale mal, siempre buscamos a quién echarle la culpa cuando en realidad es un problema de sistema. Con esto podemos perder gente buena, la confianza del equipo.

Debemos buscar un tiempo para evaluar, así como tenemos tiempo para comer, dormir, así debemos de ver que tenemos que trabajar para que sobreviva su iglesia.

CELEBREMOS LAS HISTORIAS

Si quiere que una conducta se repita, entonces necesita recompensarla. Pocas cosas tienen mas recompensa que escuchar su nombre como parte de la historia de una vida cambiada.

Celebrar una victoria, es reconocer con alegría todas las horas de sacrificio, práctica y esfuerzo.

CELEBRAR LAS VICTORIAS.

Cuando los objetivos son alcanzados o grandes planes son realizados exitosamente, hay que festejar y después ir por el próximo objetivo.

“Estas prácticas no funcionarán si no tenemos valores claros o donde no se haya trabajado duro”

ESTABLECER CIERTAS PRACTICAS AUMENTARÁ LA EFECTIVIDAD Y LOS PROGRAMAS DE SU MINISTERIO, PERO LA VISIÓN, LOS VALORES Y LAS ESTRATEGIAS NO SON TAN IMPORTANTES COMO EL ÉXITO DE ESTAR EN SINTONÍA CON LO QUE DIOS DESEA HACER EN SU IGLESIA.

7 PRACTICAS EFECTIVAS DEL LIDERAZGO

miércoles, 1 de agosto de 2007

7 prácticas efectivas del liderazgo - PRÁCTICA 4

Seminario Teológico Bautista Mexicano; Campus Horeb
Materia: Iglecrecimiento
Profesor: Hno. Rafael Pola Baca
Alumno: Hno. César Roberto Ramos Gutiérrez
Libro: 7 prácticas efectivas del liderazgo
Fecha: 28 de julio del 2007
PRÁCTICA 4
ENSEÑAR MENOR POR MÁS
Diga solamente lo que necesitan decir a las personas que necesitan oírlo.
Sobrecarga de información
No se aprende algo hasta que realmente se necesita saberlo. Y cuanto mayor la necesidad, más grande es el interés y el potencial para aprenderlo.
La mayoría de la gente no aprende solamente para saber más. Aprenden cuando necesitan saber algo. Así que los comunicadores y los maestros necesitan saber algo. Así que los comunicadores y maestros tienen una responsabilidad crítica: deben asegurarse que saben lo que la gente realmente necesita aprender. Y en algunas situaciones necesitan pasar tiempo asegurándose que la gente entienda por qué necesitan aprender algo. Es la única manera que un maestro puede esperar que cualquier alumno aprenda.
Menos es más
Decimos que deberíamos repensar qué y cómo comunicarlo a su equipo. Las cosas que trate de enseñar deberían estar limitadas a aquellas cosas que su gente necesita oír.
Si usted es el responsable de entrenar su organización, debe aprender a priorizar información. Tiene que dar una mirada a lo que su audiencia necesita saber, y separar lo que es importante de lo que es solamente interesante.
Los buenos maestros comienzan por identificar qué es más importante saber para sus alumnos.
Enseñar con el final en mente
Tiene que enseñar con el final en mente. Piense en pasos, no programas “contesta la pregunta”: ¿Dónde quiere que la gente esté?, conteste la pregunta: “¿En qué quiere que se convierta la gente?”
Y cuando filtra todo lo que enseña a través de su lente, se hace mucho más fácil decidir qué debería decir, como así también lo que no. Cuando enseña con el final en su mente, está obligado a priorizar lo que enseña.
La práctica “Enseñar menos es más” está basada en tres premisas. La primera:
Todas las Escrituras están igualmente inspiradas.
Todas las Escrituras no son igualmente importantes.
Todas las Escrituras no son igualmente aplicables. Debe haber verdades clave que son importantes para enseñar en cada etapa. La clave es tomarse el tiempo para decidir antes cuáles son los grandes temas para cada grupo y entonces establecerlos como un mínimo irreducible.
El principio en acción
Cada clase, cada maestro debería estar equipado con un plan maestro que identifique específicamente en qué quieren convertir a alguien como resultado de lo que enseñan.
El modelo de Lucas 2:52
El concepto que Jesús creció en “sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres” provee un modelo claro de crecimiento espiritual.
Hemos dividido el crecimiento espiritual de un niño en tres categorías, basándonos en el versículo: sabiduría, fe y amistad. Y hemos determinado que esos tres temas específicos son críticos para ayudar a los niños a convertirse en creyentes saludables:
La habilidad de tomar decisiones sabias basadas en la verdad de las Escrituras.
La disposición de poner su fe en Dios a través de cada situación de vida.
Su demostración de amor y amabilidad hacia la gente de su mundo.
Queremos que cada niño que crezca diga: “Necesitamos hacer una elección sabia”, “Puedo creer en Dios, sin importar cómo”, “Debería tratar a otros de la manera en que quiero que me traten a mí”.
Nuestras historias de la Biblia posicionan siempre a las Escrituras como una fuente de sabiduría. La adoración enfatiza el poder y el amor que Dios. Los grupos pequeños les dan la oportunidad a los niños pequeños de ser amigos, de dialogar sobre su fe y alentarse unos a otros.
Cuatro pasos para enseñar menos por más
Decidir qué va a decir. Nuestros líderes son responsables de determinar qué es importante aprender para nuestra gente.
Decidir decir una cosa por vez. Digamos menos en cada encuentro. Concéntrese en solo una verdad o principio; esto magnifica el potencial de cada oyente para realmente entenderlo.
Decidir cómo va a decirlo. La comunicación es realmente comprometer la mente y el corazón del oyente y, por lo tanto, es importante recurrir a una variedad de estilos de aprendizaje.
Dígalo una y otra vez. Lo que vale la pena recordar es válido repetirlo siempre. Cuanto más creativo se presentación, será más efectivo al comunicar información relevante.
Por qué las iglesias enseñan más por menos
Es más fácil enseñar más por menos que menos por más. Los métodos convencionales son más fáciles. Si Usted enseña un principio, tiene que extenderlo y explicarlo creativamente, hasta que esté entendido por completo.
· El contexto del ministerio tiende a ser más demandante que el contenido.
· Han caído en el mito de “profundizar”
· Se preocupan lo suficiente para decir
· Temen dejar algo fuera
· Lo que enseñan está predeterminado por entidades de afuera del ministerio
· Confunden la diferencia entre información y aplicación
Las personas necesitan maestros que pongan prioridades en lo que comunican. Necesitan líderes que los lleven de la mano y les enseñen como bailar.

7 prácticas efectivas del liderazgo - PRÁCTICA 3

Seminario Teológico Bautista Mexicano; Campus Horeb
Materia: Iglecrecimiento
Profesor: Hno. Rafael Pola Baca
Alumno: Hno. César Roberto Ramos Gutiérrez
Libro: 7 prácticas efectivas del liderazgo
Fecha: 28 de julio del 2007

PRÁCTICA 3
REDUCIR EL ENFOQUE
Hacer menos cosas para causar un impacto mayor
Muchos de nosotros debilitamos nuestro potencial, invirtiendo mucho tiempo en áreas de nuestras vidas, en donde tenemos potencial.
Para lograr un resultado duradero se necesita eliminar lo que se hace bien por lo que potencialmente hace mejor.
Tu potencial de lograr un resultado con tu vida está directamente relacionado con le predisposición a reducir el enfoque.
Las iglesias con desorden de déficit de atención
Lo que es verdad para las personas también lo es para las organizaciones: hay una tendencia natural de derivarse hacia la complejidad.
Las iglesias pueden hacer más, pero no llegan a más personas. Las iglesias se destacan por sacrificar crecimiento a largo plazo, por programas a corto plazo. Tanto de lo que hacen, divide sus recursos y su enfoque, creando así una barrera al crecimiento real.
Fallan en entender algo no intuitivo acerca del crecimiento: tienes que hacer menos si quieres crecer más. Y si haces más, las posibilidades son que crezcas menos.
Las iglesias sienten una constante presión en cuanto a proveer programas a presión en cuanto a proveer programas sobre la base de las necesidades.
A las personas se les ha permitido construir su identidad en torno a un programa, no a una misión.
Los programas necesitan cambiar, una misión dura toda la vida. El valor de un programa está unido a cuánto bien ayuda a llevar a cabo la misión. Y los buenos líderes son siempre más apasionados por la misión que por el programa.
Cuando a un líder le falta el coraje para hacer los cambios necesarios, el futuro de la organización está en juego.
Cambios a realizar para reducir el enfoque:
Simplificar, simplificar: Reducir el enfoque significa resistir a la complejidad, ejercer la simplicidad.
Matar lo que funciona: Quizás tenga que eliminar lo que funciona para reemplazarlo por algo que funciona mejor. Reducir en enfoque significa elegir lo que potencialmente funciona mejor, en lugar de lo que está funcionando. Mire con atención: El programa con más potencial es decir: mejores frutos…debería ser su prioridad.
Crear una marca: Delimitar el objetivo significa crear entornos como modelos diferentes. Debe decidir primero qué imagen quiere crear en las mentes de la audiencia que quiere alcanzar. Tiene que identificar que está vendiendo. Uno de los desafíos más grandes que enfrenta la iglesia hoy, es la necesidad de cambiar su imagen. Lo que puede hacer, sin embargo, es cambiar la imagen de la iglesia creando entornos atractivos y de ayuda para las distintas etapas de la vida de todos. Pero si se piensa comenzar a hacer del entorno una marca diferente, debe hacer dos cosas: 1. Identificar al grupo a que apunta, 2. Diseñar cada entorno para hacer una cosa. Usted necesita descubrir a quién puede alcanzar, e ir por ello.
Construir u equipo de especialistas: Una organización más simple y delimitada permite a cada individuo especializarse en una habilidad, como estrategias de grupos pequeños y más.
Reducir es el camino: Cuanto más delimita cada entorno, mayor importancia adquiere. Cada vez que delimita el enfoque, magnifica el nivel de las relaciones. Cuanto más delimita cada entorno, más grande el impacto.
¿Demasiado pesadas para hacer un giro?
Clarificar la victoria significa evaluar y definir lo que realmente funciona. Pensar en pasos y no en programas, es identificar e implementar programas que funcionen como pasos que lleven a la gente a una dirección estratégica.
Reducir el enfoque, por otro lado, es decir hacer menos para ser más efectivos.
Reenfoque su misión
Donde sea que una iglesia decide reducir el enfoque, debería ser en el contexto de nuestro llamado a conducir a las personas a seguir a Cristo.